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Una gira negativa

El Chapu enfrentó a su amigo Manu Ginóbili Getty Images

Acaba de terminar para nosotros una gira de tres partidos por el Oeste con un saldo negativo. Perdimos ante Oklahoma City, Dallas y San Antonio. Sabíamos que era una serie de juegos muy duros, pero teníamos la esperanza de ganar al menos uno.

Tanto frente a Oklahoma como ante Dallas tuvimos posibilidades de conseguir la victoria, pero no tuvimos buenos cierres. Con San Antonio, en cambio, hubo cero chances. Desde el inicio del tercer cuarto estaba perdido.

En esta gira en la que Philadelphia, como la mayoría de los equipos NBA, utilizó un avión alquilado me tuvo como protagonista de una situación curiosa que derivó en una multa. En el partido ante Oklahoma City, después de un par de malos fallos arbitrales, me enojé y tire mi protector bucal debajo del banco de suplentes con la mala suerte que rebotó y fue a parar a la tribuna, que en el Oklahoma City Arena está muy cerca. Los árbitros lo vieron y por eso tengo que pagar una multa que está justificada. Esto que me pasó es por mi temperamento fuerte. Ya tengo 31 años y no voy a cambiar.

Por otra parte, ese temperamento es el que me hizo llegar al lugar en el que estoy hoy. Y si bien genera estos disgustos, también es positivo para mis compañeros porque ven que me comprometo con el equipo. Muchos jugadores de la NBA no reaccionarían así porque no les duele perder debido a la gran cantidad de partidos que tiene la temporada. A mí siempre me duele perder. Me frustra. Necesitamos ganar. Ahora vienen partidos más accesibles que no debemos desaprovechar.

Enfrentar a San Antonio fue una buena oportunidad para reencontrarme con Manu Ginóbili. Lamentablemente no pudimos cumplir con la tradición de juntarnos a cenar, ya que yo había jugado la noche anterior en Dallas. Nos vimos antes del partido, en la cancha, y estuvimos charlando un buen rato. Tocamos todos los temas: la Selección, el retiro de Fabricio, la lesión de Carlitos Delfino, los afectos. De todo un poco. También estuve con Tiago Splitter, con quien compartí equipo en TAU. Siempre es lindo encontrarse con gente que uno aprecia.

En el juego a Manu lo vi muy bien. Al estar en buen estado físico se siente cómodo y puede hacer todo lo que sabe. Es el jugador más desequilibrante de San Antonio. Le da un plus a su equipo. Está teniendo una temporada espectacular, tal vez la mejor de su carrera.

A pesar de su gran momento, en una jugada ataqué hacia el aro y metí un doble cuando el me defendía y no me pudo parar. Como no llegó a quitarme la pelota, me dio un golpe que casi me saca un ojo. Del otro lado le respondí con un lindo manotazo en el cuello. Nada con mala intención, pero no se la iba a llevar gratis, je.

Después de esta gira, un día de descanso en Philadelphia en el que fui a comer sin mi compañero habitual, Darius Songaila. Esta vez fui solo porque después quería ir al cine a ver Imparable, con la actuación de Denzel Washington. Luego de despejarme un poco, otra vez a pensar en básquetbol.