Durante el encuentro que el Papa Francisco tuvo con miles de jóvenes en el Santuario de Solmoe, hizo un llamado a rezar por la unidad de Corea del Norte y Corea del Sur, pues –afirmó-, se trata de una sola familia que está dividida, "son hermanos".
El Santo Padre hizo este llamado al momento de reflexionar sobre los testimonios de los jóvenes asiáticos, entre los cuales se encontraba Marina, una muchacha coreana.
Marina, dijo el Papa, "hizo una pregunta dolorosa. Y se lo agradezco. La división entre los hermanos de las dos Coreas. Solo hay una Corea, pero está dividida. ¿Cómo ayudar a que ésta familia se una? Dos cosas. Primer un consejo y después una esperanza".