Los asalariados españoles conceden más importancia a factores como la conciliación o tener la posibilidad de realizar un trabajo de calidad, antes que el salario. A pesar de la crisis, la nómina en España es menos importante que en otros países como Rusia, donde se coloca el número uno en prioridades. Son datos del informe »El compromiso de los empleados», realizado por la consultora de recursos humanos MOA BPI Group. La consultora ha realizado el estudio en doce países y 5.000 consultaas, entre los que se encuentra España donde ha entrevistado a 300 trabajadores de grandes empresas con puestos, mayoritariamente, intermedios.
“El concepto del dinero no es lo primero. No se trata de estar bien pagado sino la sensación de estar pagado de acuerdo con tu capacidad y tu trabajo”, señala Juan-Luis Goujon, Consejero Delegado de MOA BPI group.
“Si estás correctamente pagado, el salario pasa a una quinta posición”, recalca Marta Romero, Directora de la Oficina Madrid. El sueldo, en cambio, ocupa la tercera posición para polacos, belgas, franceses, italianos, rumanos y rusos. Así, en España, es la quinta prioridad por detrás de “la creación de buen ambiente de trabajo” (59%). Por delante se encontrarían el poder realizar un trabajo de calidad (65%), el equilibrio entre trabajo y su vida (64%) tener la información necesaria para desempeñar sus funciones (64%), disponer de las herramientas adecuadas para el trabajo (64%).
Los responsables del estudio señalan en todo caso que “existe una contradicción en estas respuestas, porque si bien los españoles valoran otros factores más que el dinero para comprometerse con su empresa, a la hora de la verdad ponen en primer lugar la nómina para hablar de satisfacción con su compañía”.
La encuesta rompe, en todo caso, con algunos estereotipos porque sitúa a los españoles entre los trabajadores más comprometidos con su empresa. Comparten la cuarta posición junto con Estados Unidos y Rusia, con una nota de 7,9.
La nota media mundial se sitúa en 7,8. Los mexicanos con un 9,3, los rumanos (8,7) y los polacos (8,1), son los más comprometidos se encuentran con la empresa. Por compromiso se entiende hasta qué punto «la plantilla está alineada al proyecto de empresa y al desempeño de su puesto de trabajo», explica Goujon. El lado contrario son franceses (7,4), holandeses (7,4) y británicos (7,2) los que se sienten menos ligados a la entidad en la que trabajan.
Sin embargo, los españoles (76%) son los segundos del mundo en cuanto a asegurarse permanecer en la compañía que trabajan porque no les “queda más remedio o porque no tienen otra oportunidad”. Los primeros en esta variable son los italianos (78%). Mantener el puesto de trabajo es la «máxima prioridad española«, mientras que sólo un 8% optan por el emprendimiento.
“No creo que el miedo genere más compromiso pero valoras más el puesto, eres más consciente de lo que tienes”, apunta Goujon, al explicar precisamente la evolución del compromiso de los trabajadores. En la encuesta los españoles reconocen que su nivel de compromiso se mantuvo estable o se acrecentó, respecto al año pasado, ya que el 46% de los encuestados españoles determinó que se encuentra al mismo nivel y un 27% que su compromiso había aumentado.