Nuria Rodríguez: «La falta de socorristas empuja a algunos concellos a recurrir a sanitarios para los arenales»

María Cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

MARCOS MÍGUEZ

Los ayuntamientos no pueden esperar a las subvenciones de la Xunta para contratar vigilantes, afirma la presidenta de la Federación Galega de Socorrismo

14 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los concellos costeros nunca habían sufrido tanto como este verano la carencia de socorristas para patrullar las playas. «La ley no obliga a tener vigilantes, pero en solo una semana han muerto cinco personas en los arenales gallegos», apunta Nuria Rodríguez, presidenta de la Federación Galega de Socorrismo. El problema es grave porque lo que está en juego son vidas humanas. La cuestión es por qué los concellos no encuentran personal cualificado cuando en el registro de la Xunta para actuar en playas hay inscritos 4.588. Esta socorrista desmenuza las razones. Dice que «la falta de vigilantes ha empujado a algunos concellos a recurrir a voluntarios o convocar plazas de sanitarios».

-Los concellos buscan, pero no encuentran. ¿Realmente no pueden hacer nada?

-No. Nada. He de decir, por ejemplo, que colaboramos con algunos concellos como Miño en la búsqueda de personal que se ajuste a los criterios que establece el decreto aprobado por la Xunta en el 2012, y nada. Llamamos a un montón de gente para cada convocatoria de puestos. No había socorristas disponibles. No se puede hacer nada, fundamentalmente en aquellos ayuntamientos que reciben la ayuda de la Xunta para pagar los salarios, porque uno de los criterios que piden es que sean desempleados, no vale que sea una mejora de empleo. Además, deben tener la tarjeta de registro en la Academia Galega de Seguridade.

-¿No podrían venir de otras comunidades, como antes?

-No, porque los que no tengan certificado profesional o la formación adecuada al decreto no pueden acreditarse. Fuera de Galicia solo están dando alguna acreditación de este tipo en Santander y Canarias, pero muy pocas, porque para trabajar allí basta con la educación no formal, igual que ocurría antes aquí también.

-¿Qué solución proponen?

-La normativa no va a ir para atrás. Solicitamos que tanto la Xunta como los concellos ayuden económicamente a los alumnos para poder realizar los cursos [han pasado de 140 a 340 horas, con un coste que ronda los 1.500 euros], que den más facilidades para hacerlos, porque ahora parece que tienen que estudiar un máster para trabajar dos meses en verano en Galicia.

-Esto ha provocado un cambio en el perfil del socorrista.

-Antes la mayor parte eran estudiantes que hacían un curso de salvamento para hacer dinero en verano. Ahora, mucha de la gente que nos encontramos responde a un perfil de más edad, porque quedan los antiguos. Antes la media de edad era de entre 22 y 25 años. Ahora ronda los 30.

-¿Qué le parece que algunos concellos recurran a voluntarios?

-Han de estar inscritos en el registro de la Xunta. De no estarlo aún por carecer de titulación corren el riesgo de que, en caso de que ocurra algo, los seguros no se hagan cargo de nada, no se hacen responsables. Para poder ejercer en una piscina hay inspectores que revisan que estén cualificados, pero en la playa no está legislado y no hay una inspección, no hay un inspector de trabajo. Hay concellos que ante la falta de socorristas recurren a los sanitarios. No pueden lanzarse al agua, pero está bien que haya.

«Pedimos que la Xunta y los concellos ayuden a los alumnos a pagar el curso»