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Cómics sensacionales

Pasó la Navidad, fecha de marcado caracter sentimental donde la nostalgia, esa tristeza melancólica que surge al recordar vivencias pasadas, toma un especial protagonismo. También quedó atrás la celebración de Año Nuevo, momento que invita a mirar al pasado y hacerse propósitos para las fechas venideras, esas que ya han llegado. En ese contradictorio momento en el que se hurga en los cambios a los que se quiere someter la vida a la par que se mira al pasado con el fin de recuperar tradiciones perdidas, también se acometen decisiones en un campo tan accesorio como crucial: las lecturas que copan las estanterías o las mesas de noche de cada uno. Y si existe un lector con recurrentes crisis existenciales, y no necesariamente en fechas marcadas en el calendario, es el lector de cómics, el mismo que lo largo de su existencia puede abrazar y deja caer en el abismo diversos autores y géneros incontables veces. 

Tenemos entonces la evolución personal de los gustos, la nostalgia y las crisis lectoras. Campos insondables que aborda, y a los que incluso conduce, el nuevo libro de Santiago García (Madrid, 1968) publicado recientemente por la editorial Larousse: Cómics sensacionales

"Los cómics no existen en el vacío, sino en un lugar y un tiempo, y sobre todo en la vinculación personal y afectiva que establecemos con ellos. Los cómics forman parte del mundo, y mi mundo lo han formado los cómics, y finalmente de eso es de lo que va este libro, de lo que ocurre cuando pasas por la vida decidiendo que los cómics son la cosa más importante de todas", describía el propio autor a la hora de presentar su obra.

García es actualmente uno de los guionistas y estudiosos más prestigiosos del cómic patrio. Él mismo ha pasado a formar parte ya de la vena nostálgica de muchos lectores. Y lo hizo mucho antes de que su obra Las Meninas fuera Premio Nacional 2015. Porque el susodicho no sólo ha sido el traductor de Spiderman durante más de 25 años, sino que también fue correero de una de sus series y el articulista más buscado en su momento. Y eso que por entonces no era Santiago García. Su identidad estaba oculta en aquel entonces bajo el seudónimo de Trajano Bermúdez.

Como la memoria es selectiva, uno no recuerda exactamente que ponía su texto titulado La fábula del pulpo y de la araña, pero el recuerdo que permanece es que su lectura era mucho más gratificante que la del colorín al que servía de prólogo: Spiderman: Funeral por Octopus, una aventura del Lanzarredes a finales del horrible, tebeísticamente hablando, 1995. Pero fue tres años después, tras publicar en Camaleón Ediciones La noche del murciélago. Hazañas, secretos y enemigos de Batman en cómic, cine y televisión, cuando Trajano Bermúdez grabó a fuego su nombre en la industria española alcanzando su lugar en el espacio y el tiempo. El libro es prácticamente inhallable en la actualidad, aunque trece años después, Bermúdez, ya con su identidad secreta revelada, lo republicó en su blog Mandorla a lo largo de 94 entregas.

El Batman de Dick Sprang.

En Cómics sensacionales también se habla de Batman. Exactamente de la época más denostada del personaje, la que va de 1950 a 1963, donde al Hombre Murciélago le rodeaba la Batfamilia y decenas de objetos gigantes y lo mismo acababa convertido en un extraterrestre que vestido de Cebra. Es una de las 79 obras que han sido importantes en su vida y que conforman la obra, donde no se quiere delimitar un canon, sino describir un amor inmenso al noveno arte.

"Me imaginé contando no todos los cómics del mundo, sino todos los diferentes tipos de cómics que yo había disfrutado. Celebrar la diversidad de la historieta es algo que no me cuesta nada porque me sale natural. Me gusta ir de un extremo a otro", explica el autor. Por eso en las cerca de 350 páginas del libro, en cartoné y profusamente ilustrado, García vuelca todo su ser. El libro salta un género a otro, del manga a la BD pasando por la escuela Bruguera o el cómic underground.  Se habla de Asterix y Cleopatra, de Torpedo 1936, de Den, El Enternauta, El Incal, Persépolis o Pascal BrutalLeyendo sus reflexiones sobre ellas se conoce al autor y se ve el reflejo de uno mismo en cada selección: la desconocida, la amada, la odiada, la ausente...

El libro se puede abordar de manera ordenada o saltando entre sus páginas, buscando las obras por las que hay amor mutuo o por las que produzcan indiferenciaAlgunas explicaciones pueden sonar repetitivas, pero otras crean nuevos intereses y destapan perspectivas inéditas en viñetas mil veces vistas. La extensión variable de las entradas invitan a pensar en dejadez, hasta que se descubre que responde a una lógica interna. García recorre su vida a saltos, sin un orden aparente, recordando episodios de la misma vinculados a los tebeos, pero, al mismo tiempo, releyéndolos desde la mirada adulta. El autor reconoce que criba fue dura, en los personal. "Cada obra que suprimía de la cuenta final la sentía como un asesinato, como una traición (...) Cada vez que eliminaba un cómic del listado final sabía que estaba eliminando algo irremplazable", explica en el prólogo. Otras, inamovibles en las habituales listas de Los XXX mejores cómics, nunca estuvieron allí: No hay hueco para Corto Maltés, Spirou o El Príncipe Valiente. "No puedo escribir con pasión sobre lo que no me apasiona", sentencia. 

A uno le gustaría hablar de la entrada dedicada al Pato Donald de Carl Banks o al Paracuellos de Carlos Giménez. Pero son de superhéroes los cómics que coparán las pantallas de cine este 2016. Y como detalle inconsciente, o quizá buscado, colocado ahí para los amantes del género, Comics sensacionales arranca con Superman, y acaba con Spiderman. Y la sensación al leer sus textos es que, para García, en el tebeo hay que asumir que el género está caduco, que su momento pasó. Lo explica en su párrafo sobre los mutantes de Marvel: "Quizás lo que estaba señalando Días del futuro pasado era el final de X-Men como la última gran serie de los superhéroes clásicos. A partir de entonces, ya sólo se podría aspirar a la grandeza saliéndose de la continuidad -es decir, añadiendo una nueva capa de extraordinario a lo supuestamente ya extraordinario-y, por lo común, señalándolo además como un formato especial. Las únicas historias de superhéroes de impacto después de los X-Men de Chris Claremont y John Byrne son, de hecho, historias especulativas fuera de la colección: Batman: El regreso del Caballero Oscuro, de Frank Miller, y Watchmen, de Alan Moore y Dave Gibbons.(...) Cuando la historia se agota, sólo quedan los iconos. Y eso son hoy los Hombres-X de la vieja escuela de Westchester: iconos de una era en la que los cómics de superhéroes eran grandiosos, eran excitantes, era el mundo entero para mi".

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1 » Comentario ¿Quieres comentar? Entra o regístrate

  1. YolandaBlahnik 16.ene.2016 | 14:44

    #1

    Le pillaba los comics de Batman y Superman a mis hermanos mayores. También había uno llamado FANTOMAS que era muy complejo pero interesante. Nuestra infancia es realmente inolvidable.

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